¿Por qué gestión de la zona radicular?
Un aporte específico de agua y nutrientes mejorará el rendimiento del cultivo y la calidad del fruto. Esto puede lograrse dirigiendo con precisión el contenido de agua (WC) del sustrato y la conductividad eléctrica (CE) de acuerdo con las condiciones climáticas y el equilibrio generativo/vegetativo de la planta.
Elección del sustrato
La elección del sustrato se realiza antes del inicio de cada ciclo de cultivo. A veces se eligen sustratos orgánicos (coco) porque algunos productores consideran que hacen que su cultivo sea más sostenible. Esto no es cierto. Un estudio encargado por GRODAN y realizado por Blonk Milieu Advies reveló que el impacto medioambiental de ambos sustratos era similar. El estudio concluía que "el sustrato por sí solo contribuye de forma insignificante al impacto medioambiental total de la producción en invernadero". Sin embargo, los cambios en las prácticas de producción relacionadas con la gestión de la energía y el uso de fertilizantes tendrán un efecto masivo en el rendimiento medioambiental global". Por supuesto, en lo que respecta al uso de fertilizantes, esto significa reciclar desde el primer día del cultivo, operar dentro de un sistema hidropónico cerrado mientras se trabaja con una estrategia de riego estructurada y, en todo momento, una composición precisa de los fertilizantes.
Diseño de sustratos
Con la introducción de los sustratos Next Generation 2.0 (NG 2.0), GRODAN se centra en la relación entre el contenido de agua (WC) y la CE dentro del sustrato y en cómo el productor puede controlar estos dos parámetros para garantizar un crecimiento óptimo y la calidad del fruto (ilustración 1). De este modo, ayudamos al productor a abordar los principales retos a los que se enfrenta la producción en invernadero, como la limitación del aporte energético debido al aumento de los costos de la energía y el cumplimiento de la legislación relativa a la evacuación del agua de drenaje del invernadero. Los sustratos GRODAN NG 2.0 están hechos de fibras hidrófilas inertes, tienen una alta eficiencia de riego y son uniformes, lo que significa que el productor puede adoptar estrategias de riego estructuradas.
Fibras hidrófilas inertes
Los slabs de GRODAN se fabrican con roca basáltica procedente de canteras que cumplen estrictas normas medioambientales. En nuestras fábricas de los Países Bajos, Canadá y Polonia, el basalto se funde y se transforma en fibras. Durante el proceso, las fibras se recubren con un aglutinante hidrófilo que ayuda a diseminar el agua y los nutrientes uniformemente por toda la slab. Las fibras son inertes, por lo que no retienen nutrientes, y la estabilidad química de las slabs permite reciclar el agua de drenaje desde el principio del ciclo de cultivo.